Siete ventajas que explican el auge de las fachadas ventiladas en la arquitectura sostenible
La arquitectura sostenible avanza a pasos agigantados y a soluciones como el sistema aislamiento térmico exterior (SATE) se unen ahora otras de gran calidad y funcionalidad como las fachadas ventiladas. Este sistema constructivo, que en los últimos años se está convirtiendo en una de las principales apuestas de la edificación actual, deja una cámara de aire abierta entre el revestimiento exterior del edificio y su cerramiento, permitiendo la ventilación continua en el interior de la cámara.
La razón de su auge y reciente elevada demanda responde a sus innumerables beneficios: libertad de diseño, posibilidad de uso en cerramientos irregulares o alta calidad técnica, entre otros muchos. En el post de hoy, detallamos algunas de las ventajas de esta solución sostenible y económica de aislamiento térmico, aplicable a cualquier proyecto de construcción, tanto de obra nueva como de rehabilitación.
Fachada ventilada: mucho más que una solución de aislamiento térmico
Lo primero que hay que tener en cuenta es que no hay un sistema de aislamiento térmico mejor que otro. Tanto el SATE como las fachadas ventiladas son una excelente apuesta para optimizar el confort interior de un edificio y contribuir a la reducción de su demanda energética. Por ello, a la hora de elegir uno u otro en un proyecto arquitectónico, simplemente habrá que valorar las ventajas de ambas opciones.
En el caso de la fachada ventilada, los principales beneficios son los siguientes:
- Ofrece una excelente protección térmica. La combinación de la capa aislante y la cámara de ventilación garantiza un clima óptimo interior. En invierno, se mantiene el frío a raya y, en verano, la superficie refleja la radiación térmica, mientras que la ventilación trasera expulsa el calor. Gracias a la subestructura ajustable de la fachada ventilada, también se puede conseguir un mayor espesor del aislamiento térmico. De este modo, es posible lograr cualquier estándar energético.
- Protege contra la humedad. La estructura de la pared garantiza la expulsión de la humedad gracias a la ventilación trasera, lo que contribuye a que permanezca seca. A esto se une, además, su resistente superficie. Ambas premisas permiten que la fachada ventilada esté también protegida frente a cualquier episodio climatológico desfavorable, manteniendo intacta la construcción y garantizando la funcionalidad del nivel aislante.
- Prolonga la vida útil de la fachada. Esta ventilación constante dentro de la cámara de aire, al mantener seco el revestimiento exterior, optimiza la durabilidad de la fachada y reduce los movimientos estructurales, evitando la aparición de grietas y fisuras por no producirse cambios bruscos de temperatura.
- Mejora el aislamiento acústico. La superficie de fachada desacoplada del muro base y el aislamiento de poros abiertos con capacidad de absorber el sonido mejoran el valor de amortiguación R’w de las paredes, lo que se traduce en una reducción del volumen de ruido.
- Aumenta el valor de edificio o vivienda. El hecho de que el inmueble cuente con un sistema constructivo de este tipo incrementa directamente su valor de mercado, tanto si es de nueva construcción como si se trata de un proyecto arquitectónico de rehabilitación.
- Capacidad de adaptarse a cualquier forma que marque la subestructura. Si el sistema es de calidad, como es el caso de nuestras soluciones de fachada ventilada StoVentec, especialmente ligeras y flexibles, será posible dar a la fachada formas curvas, plegadas, irregulares o caprichosas.
- Gran variedad de acabados. Las fachadas ventiladas no están reñidas con la estética y el diseño ¡Todo lo contrario! Al menos, en el caso de StoVentec. Gracias a una selección única de materiales, esta solución de aislamiento térmico abre todo un mundo de posibilidades:
- Revocos: orgánicos y de resina de silicona, minerales, de silicato… Todos ellos con colores y granulaciones diferentes (rayados, acanalados y para modelar), lo que permite crear superficies de rugosidad variable, desde lisas hasta muy rugosas.
- Gres porcelánico, con diferentes modalidades de presentación: compacto, extruido y gran formato. En todas ellas se pueden encontrar y combinar sus diferentes texturas, efecto, colores y diseños.
- Cerámica. La superficie robusta de la cerámica ofrece múltiples posibilidades: lisas, rugosas y plásticas de aspecto mate o brillante, todo ello del color que se desee.
- Es posible, incluso, incluir paneles fotovoltaicos en la fachada ventilada, con aspecto liso y brillante.
- Piedra natural. Amplia gama que incluye, por ejemplo, lumaquela de Kirchheim, arenisca y dolomita. Su acabado superficial puede ser, por ejemplo, pulido, con rectificado fino o con chorro de arena, determinando que el aspecto sea mate o brillante.
- Vidrio. Además de una gran variedad de colores, el vidrio permite varios tipos de tratamiento, y los revestimientos especiales que se pueden aplicar en él dan mucha libertad a la hora de diseñar la fachada.
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