¿Cómo elegir el aislante térmico adecuado en arquitectura?
Materiales aislantes de fibras minerales, espuma plástica, aislamientos de corcho, vidrio celular, paneles de fibras de madera… Las opciones para conseguir una construcción eficiente y confortable a través del aislamiento térmico son múltiples. Pero ¿cómo acertar con el material? Hoy, en el post de Espacio Sto, ¡te lo contamos!
Para empezar, hay que tener en cuenta el área geográfica en la que está ubicada la construcción en cuestión, el tipo de edificación, el espesor y tamaño que va a ocupar el aislante frente al espacio disponible o si el aislamiento se va a aplicar en el interior o en el exterior de la vivienda. No todas las soluciones son iguales y los diferentes materiales ofrecerán prestaciones distintas: resistencia térmica en relación con el grado de aislamiento requerido, resistencia al agua y a la humedad, nivel de aislamiento acústico, grado de combustibilidad, durabilidad y necesidad de mantenimiento… De este modo, aunque no hay ningún elemento que cuente con una conductividad térmica cero, si hay bastantes que muestran valores muy bajos y que son aplicables en cualquier superficie (cubiertas, fachadas y suelos).
Aislantes orgánicos e inorgánicos
A la hora de elegir, se precisa partir de una clara distinción de este tipo de materiales: orgánicos e inorgánicos. Dentro del primer grupo estarían, por ejemplo, la espuma de poliestireno expandido, frecuentemente utilizada en cámaras de aire o como bovedilla para la elaboración de forjados de edificación; la espuma de poliuretano, empleada, sobre todo, para aislamiento de fachadas, cubiertas, techos y suelos y para el aislamiento industrial; la espuma de poliestireno extruido, cuya aplicación tradicional es en cubiertas planas e inclinadas, suelo de cámaras frigoríficas o fachadas en cámaras de aire, o la espuma de poliisocianurato, uno de los aislantes plásticos con menor conductividad térmica y mayor resistencia al fuego.
En cuanto al segundo tipo, los inorgánicos, encontraríamos la lana de vidrio, utilizada para cámaras de aire horizontales o inclinadas, terrazas y cubiertas entre tabiquillos y falsos techos; la fibra vegetal, con una aplicación recomendada en aislamiento interior, en cubiertas inclinadas o como plafones suspendidos en falsos techos; la lana de roca, muy útil en la protección pasiva contra incendios; el vidrio celular, indicado para cerramientos en contacto con el exterior, como separación con otros edificios o en terrazas y cubiertas; el corcho aglomerado, que, con una excelente resistencia mecánica a la compresión, es más idóneo para el sellado y para materiales compuestos con un núcleo de plástico, o la placa de yeso, utilizada en la construcción del aislante conformado con otro material o en el interior de cerramientos verticales.
Tips a tener en cuenta
¡Atención! Una vez que tengamos claro qué material vamos a aplicar, es de vital importancia verificar la correcta colocación del aislante en cada solución constructiva, tener cuidado de no dejar zonas sin aislar y asegurarse de que se mantiene la continuidad del espesor. Así mismo, también será preciso controlar su colocación en la posición correcta, la ausencia de puentes térmicos y la fijación al soporte.
Y no lo olvidéis… el aislamiento térmico es una medida imbatible por su influencia directa en la disminución de emisiones de CO2 y sus propiedades de ahorro de energía. En Sto contamos con numerosas soluciones de aislamiento térmico. Aquí os dejamos la más destacadas.