¿Cómo construir una ciudad sostenible?
¡Feliz Día Mundial del Urbanismo! Hoy, como cada 8 de noviembre, se rinde tributo a la importancia de concienciar a toda la población sobre el impacto ambiental que está produciendo el desarrollo de las ciudades y los territorios. ¿Cómo? Promoviendo la importancia de las planificaciones sostenibles.
Esta premisa es, precisamente, la que desde Sto nos impulsa a trabajar día tras día bajo el leitmotiv “construir a conciencia”, con el que nos comprometemos a preservar los valores de los edificios antiguos y modernos y a servir como guía en el diseño integral de ambientes comprometidos con el medio ambiente. Se podría decir, por tanto, que ¡hoy es nuestro día!
Para celebrarlo, hemos preparado una entrada que girará en torno a una cuestión básica a la par que trascendental… ¿Cómo conseguir una ciudad sostenible?
Requisitos básicos de “construcción”
La lista es casi interminable. Pero, a continuación, os desarrollamos seis requisitos para lograr esta ansiada ciudad sostenible:
- Edificación sostenible. La Alianza Europea de Compañías por la Eficiencia Energética (EuroACE) subrayó recientemente que el 84% de los edificios españoles son energéticamente ineficientes, por lo que el objetivo se basará en conseguir que esta demanda energética se reduzca.
Lo más destacado para contribuir a este fin es disponer de un buen aislamiento térmico; la instalación de sistemas de calefacción, refrigeración, producción de agua caliente sanitaria y ventilación para el acondicionamiento térmico; el establecimiento de equipos de generación o que permitan la utilización de energías renovables, o el correcto aislamiento en puentes térmicos, ventanas, etc. que incidan directamente en la ventilación y en las fugas térmicas.
En nueva construcción, la arquitectura bioclimática tendrá mucho que decir en un futuro. Nosotros, por nuestra parte, ensalzamos las virtudes de las construcciones Passivhaus.
- Entornos verdes. Los espacios naturales no solo mejoran la interacción social y la salud física y mental de los habitantes, actuando como pulmones que renuevan el aire contaminado, sino que también ayudan a promover la conciencia ambiental de los ciudadanos. Según los expertos, el espacio verde accesible y utilizable debería comprender entre el 20% y el 40% de la zona urbana construida.
- Desarrollo compacto y conectado. Las ciudades compactas requieren menos uso de recursos por persona y mejoran la conectividad, física, social y económica. De este modo, según el Banco Mundial, este tipo de desarrollo tiene beneficios directos sobre las emisiones de carbono y la longitud de las tuberías o las carreteras.
- Menos emisiones de CO2. A la hora de valorar el compromiso medioambiental de una ciudad, apostar por la reducción de CO2 y de otros gases contaminantes será uno de los indicadores más importantes. Para lograrlo, es preciso el uso de energías renovables, transporte alternativo (bicicletas, trenes y autobuses eléctricos, etc.) o, como comentábamos, la adaptación eficiente del parque de viviendas.
- Reducir, reutilizar y reciclar. El reciclaje y el consumo responsable son imprescindibles para evitar el uso desmedido de los recursos naturales y promover la creación de redes de solidaridad.
- Importancia tener en cuenta la opinión de los ciudadanos. Aquí se engloban todos aquellos sistemas de participación pública, independientes a las elecciones autonómicas y locales, para implicar a los contribuyentes en la mejora de su entorno.