Combinación de SATE y fachada ventilada para el aislamiento térmico de un edificio centenario
Despojar de todo tipo de anexos y añadidos a un edificio histórico de 1908, devolverle su “orgullo y dignidad” y darle el toque actual que demanda la arquitectura del siglo XXI en cuanto a envolvente y diseño de interiores. Este fue el eje central sobre el que se basaron los trabajos de ampliación del Instituto Arndt de Berlín, dirigidos por el estudio de arquitectura local AEF. Un llamativo proyecto arquitectónico en el que Sto tuvo la suerte de participar a través de sus soluciones de diseño y aislamiento térmico: StoTherm Classic (SATE), Sto Ventec R (fachada ventilada) y StoSignature Linear (revoco de acabado texturizado).
Soluciones de aislamiento térmico de Sto para conseguir una envolvente óptima
Durante el proceso, una de las principales prioridades fue conseguir que las prestaciones de la envolvente del edificio fuesen óptimas. Ahí fue donde entró Sto a través de sus soluciones de aislamiento térmico exterior y fachada ventilada, con StoTherm Classic y Sto Ventec, y con su revoco de acabado texturizado StoSignature Linear.
StoTherm Classic es el sistema de aislamiento térmico más longevo de Sto, con más de 100 millones de metros cuadrados en superficie cubierta a sus espaldas. Esta solución ofrece una resistencia 10 veces mayor a los choques e impactos en comparación con otros sistemas, la máxima seguridad contra la formación de grietas y presume de una amplia libertad de diseño.
Por su parte, StoVentec R, solución de fachada ventilada, proporciona una solución rápida y de alta calidad especialmente para ambientes húmedos o extremos, combinando esta ventaja con la particularidad de presentar una superficie sin juntas. Gracias a su doble piel, protege la fachada de los agentes atmosféricos y presenta excelentes propiedades aislantes.
Como el diseño también es una parte muy importante en la fachada de un edificio, se combinaron estos dos sistemas de aislamiento térmico exterior y fachada ventilada con StoSignature, una amplia gama de revocos y pinturas que permiten multitud de combinaciones, cuyo único límite se encuentra en la imaginación de quien quiera “crear”.
Cien años de rehabilitación y ampliaciones
El Instituto Arndt de Berlín es un edificio histórico concebido originalmente como una casa de colonias para los hijos de la nobleza prusiana. Antes de la ampliación actual, ya se habían llevado a cabo otras dos más, pero estos anexos habían quedado completamente obsoletos. Ejemplo de ello es el llevado a cabo en los años setenta, denominado como “Münterbau”. Esta construcción tapaba completamente el edificio histórico, ocupaba casi toda la zona del patio y no cumplía las normas de protección contra incendios. Razones más que suficientes para derribarlo años más tarde.
Lo mismo ocurre con los barracones que se encontraban adosados al inmueble, que, por sus características, tampoco ofrecían una solución adecuada para las necesidades espaciales del centro y, por ello, fueron eliminados para la realización de esta última rehabilitación.
Ahora, con la nueva ampliación, el edificio histórico toma mayor importancia gracias a que la nueva construcción es más baja y a que presenta una fachada discreta y serena que cede todo el protagonismo al revoco rojo del edificio principal. Este hecho no quita que, cuando nos acercamos al nuevo inmueble, que alberga aulas, laboratorios, el comedor escolar, la biblioteca, el aula de profesores y la redacción del periódico del instituto, llamen la atención algunos elementos de diseño singulares que dinamizan la fachada, como los marcos sobresalientes, los montantes centrales ligeramente pinzados y la variedad de revocos. El aislamiento térmico que presenta -gracias a las soluciones de SATE y fachada ventilada-, aunque indetectable a la vista, sí se percibe por su confort interior.
Las grandes aberturas acristaladas practicadas en la planta baja enlazan con la estética del edificio histórico y otorgan ligereza a la gran masa constructiva. Una ligereza que se descubre también en el interior gracias a una escultórica escalera que ocupa la parte central del edificio, iluminada por un gran lucernario y enmarcada por superficies radicalmente angulosas. La docena de aulas que ocupan la primera planta y los laboratorios de ciencias del segundo piso están dispuestos en torno a este atrio central, cuyo carácter introvertido se ve reforzado por el color monocromático empleado en las paredes, muebles y otros elementos arquitectónicos.
Los dos nuevos patios surgidos a raíz de la construcción del nuevo edificio presentan un carácter propio marcado por su uso: un parking de bicicletas, por un lado y una luminosa pista deportiva.